El óleo de ricino tiene una reputación de ser mágico para estimular el crecimiento del pelo.
Un poco de historia egipcia
Hace más de 3.000 años, los egipcios, para quienes el pelo ya era un atributo importante de la belleza femenina, utilizaban el óleo de ricino como un tratamiento de belleza en su pelo para beneficiarse de sus propiedades fortificantes.
La misma Cleopatra habría presumido de los beneficios de este óleo, mismo que ha pasado a través de los siglos hasta nuestros días. Muchos siglos después, el óleo de ricino todavía tiene la reputación de tener efectos maravillosos en el pelo, y hoy sabemos por qué: ¡no hay magia, solo un poco de ciencia!
El óleo de ricino, un aceite nutritivo, pero no comestible.
La planta de ricino es común en África tropical y la India. Sus granos contienen un aceite que, mediante un proceso de prensado en frío, permite la extracción de una composición particular con propiedades excepcionales. Rico en ácidos grasos, no puede ingerirse debido a sus altos niveles de ácido ricinoleico, que es indigesto, incluso irritante para el intestino.
Por otro lado, es un excelente ingrediente cosmético: se utiliza y es conocido por nutrir, fortalecer e hidratar las uñas, pestañas, cejas y estimular el crecimiento del pelo. Hidrata profundamente el cuero cabelludo y nutre las fibras capilares. Se utiliza para masajear el cuero cabelludo, estimula la microcirculación y, al mismo tiempo, optimiza el acceso de los nutrientes a los bulbos, promoviendo el crecimiento de cada folículo piloso.
El óleo de ricino es extremadamente rico en ácidos grasos y contiene el famoso tipo omega, que desempeña un papel fundamental en el metabolismo capilar. Al proporcionar los elementos esenciales para el crecimiento, el pelo gana rápidamente fuerza, brillo y longitud.
¡Pruébalo ahora y conoce todo el poder del aceite de rícino!